¿Cuál es la diferencia entre piso laminado y flotante?

Es una duda muy común entre quienes están en búsqueda del tipo de piso ideal. Si bien se trata de conceptos íntimamente relacionados entre sí, surge la pregunta si hay diferencias entre el piso laminado y el flotante .

Tener clara esta información te ayudará a escoger bien el tipo de piso para tu casa, sin confusiones, así que no te hacemos esperar más.

¡Empecemos!

¿Qué es el piso laminado?

El piso laminado es uno de los revestimientos más utilizados en las construcciones actuales, especialmente aquellas que son de carácter residencial.

Las razones de esto son varias, pero antes de revisar las ventajas de usar un piso laminado y cuáles son sus contras, debemos saber en qué consiste este material.

Cuando hablamos de piso laminado nos referimos a aquellas piezas que se encuentran fabricadas en varias capas de materiales derivados de la madera. Estas fueron unidas en su proceso de fabricación a través de un sistema de presión.

Una de las principales características del piso laminado es su rigidez, lo que lo diferencia de otros tipos de recubrimiento de suelo como el de vinilo, que resulta ser mucho más flexible, aunque menos natural.

Los pisos laminados se pueden encontrar en dos formatos: la típica tabla larga que vemos en algunas casas y departamentos o aquellos con forma de baldosa de cerámica que se encuentran en el mercado.

Diferentes tipos de piso laminado apilados sobres sí

Imagen 1. Diferentes tipos de piso laminado apilados sobres sí.

¿Qué es el piso flotante?

Si queremos hilar fino, lo cierto es que el piso flotante se refiere a un tipo de recubrimiento de madera natural (la real, no con diseños de imitación) que tiene un grosor mayor a los pisos laminados.

Lo anterior hace que el piso flotante resulte más caro que el laminado, puesto que la madera real es mucho más costosa que los diseños que buscan imitarla.

En términos de dimensiones, al compararlo con los pisos laminados, pareciera que la única diferencia entre ellos es el grosor. Pero más allá de eso, como podrás darte cuenta, con el tiempo el concepto de piso flotante ha ido cambiando hasta confundirse con el laminado. Hoy en día las tiendas y los especialistas ocupan ambos términos para referirse a lo mismo: el material compuesto por varias capas de derivados de la madera de diferentes colores, texturas y diseños.

Es así como podemos decir que, en términos prácticos, el piso laminado y el piso flotante es lo mismo.

Ventajas y contras de los pisos laminados y flotantes

Los pisos laminados o flotantes tienen ventajas y desventajas, como todo en esta vida. Esto no quiere decir que es mejor preferir otro tipo de recubrimientos, sino que todo lo contrario. Lo mejor en estos casos es escoger de acuerdo a las necesidades de cada uno.

Una de las principales ventajas es la durabilidad que ofrece el piso laminado, ya que con los cuidados adecuados puedes hacer que se mantenga en tu habitación por décadas.

De hecho, muchos fabricantes de pisos laminados ofrecen garantías que superan los 10 años.

Además, suelen ser pisos de fácil instalación en comparación a otro tipo de revestimientos como la cerámica. Es más, se puede colocar sobre recubrimientos de suelo ya instalados.

Solo asegúrate de que tu suelo actual se encuentre nivelado y completamente seco antes de empezar la instalación. 

¿Tienes un piso de madera, granito o cemento que te gustaría cambiar? Los pisos laminados son ideales para ponerlos sobre ellos sin necesidad de retirar el material.

Pero como dicen por ahí, no todo es perfecto. El piso flotante tiene ciertas desventajas que debes tener en cuenta para no arrepentirte una vez instalado.

Los pisos laminados son muy sensibles a la humedad, por ejemplo, por lo que no se aconseja en cocinas ni baños. Incluso, cuando haces aseo, se recomienda utilizar paños sin exceso de agua para evitar que el suelo se pueda inflar.

Por otro lado, si bien pueden tener una vida útil muy larga si reciben los cuidados adecuados, en comparación a otros materiales esta es más acotada y susceptible al desgaste.

Tu piso flotante se puede rayar fácilmente con el simple arrastre de una silla, pero existen formas de evitar este tipo de problemas y disfrutar de la elegancia y la calidez de un piso flotante sin desgastarlo.

En el mercado puedes encontrar protectores de acrílico, fieltros autoadhesivos para las patas de los muebles y hasta ruedas blandas para sillas que no harán daño a la superficie de tu piso flotante.

Así que no hay qué preocuparse si estás pensando en poner piso flotante en tu casa. Solo preocúpate de tener los cuidados correctos para que este dure por mucho tiempo.